martes, 6 de octubre de 2015

ALEXANDRE O'NEILL















ALEXANDRE O’NEILL

(1924-1986)

Uno de los grandes nombres de la poesía portuguesa del siglo XX es Alexandre O’Neill. Nacido en Lisboa, trabajó en publicidad, cine, teatro, paralelamente a su actividad poética, y colaboró en muchas revistas literarias y suplementos cultures de periódicos.
Fue fundador del Movimiento Surrealista de Lisboa, junto con Mário Cesariny, entre otros, en 1948; aunque el grupo acabe por desaparecer y O’Neill se desvincule del movimiento, las influencias surrealistas serán una constante en su obra, así como un vanguardismo permanente que le lleva también a experimentos dentro de la poesía concreta. Su espíritu crítico le posicionó en contra del régimen de Salazar; aunque no haya estado afiliado a ningún partido político, llegó a ser detenido por la PIDE, la policía política. El humor muy particular, muy sarcástico, relacionado con su visión del mundo como feo y cínico, es otra de las características de este autor: el absurdo de la existencia humana, en O’Neill, solo puede superarse a través del humor. Sin embargo, con esta poesía vanguardista que a menudo llega, en palabras de António Cirurgião, a los límites de la anti-poesía, convive un O’Neill más lírico, que aprovecha, en cierta forma, la tradición literaria arcádica. En esta línea compuso, por ejemplo, el poema para fado titulado “Gaivota” (“Gaviota”), que, con música de Alain Oulman, fue inmortalizado por la voz incomparable de Amália Rodrigues (1970). Os dejamos aquí dos poemas de O’Neill en su versión original y la respectiva traducción, uno de ellos el fado cantado por Amália, que también podréis acompañar. ¡Qué disfrutéis!







GAIVOTA

Se uma gaivota viesse
Trazer-me o céu de Lisboa
No desenho que fizesse,
Nesse céu onde o olhar
É uma asa que não voa,
Esmorece e cai no mar.

Que perfeito coração
No meu peito bateria,
Meu amor, na tua mão,
Nessa mão onde cabia,
Perfeito, o meu coração.

Se um português marinheiro,
Dos sete mares andarilho,
Fosse, quem sabe, o primeiro
A contar-me o que inventasse,
Se um olhar de novo brilho
No meu olhar se enlaçasse.

Que perfeito coração
No meu peito bateria,
Meu amor, na tua mão,
Nessa mão onde cabia
Perfeito o meu coração.

Se ao dizer adeus à vida
As aves todas do céu
Me dessem na despedida
No teu olhar derradeiro,
Esse olhar que era só teu,
Amor, que foste o primeiro.

Que perfeito coração
Morreria no meu peito,
Meu amor, na tua mão,
Nessa mão onde perfeito
Bateu o meu coração.



GAVIOTA

Si una gaviota viniera
a darme de Lisboa el cielo
en el dibujo que hiciera,
ahí donde la mirada
es un ala que, sin vuelo,
cae al mar, desalentada,

¡Qué perfecto corazón
En mi pecho latiría!
En tu mano, mi amor,
La mano donde cabía
Perfecto mi corazón.

Si un portugués marinero,
De siete mares andariego,
Fuera, quien sabe, el primero
En contarme qué inventara,
Si una mirada de fuego
En mi mirada enlazara,

¡Qué perfecto corazón
En mi pecho latiría!
En tu mano, mi amor,
La mano donde cabía
Perfecto mi corazón.

Si al decir adiós a la vida
Las aves todas del cielo
Me dieran por despedida
La luz de tus ojos, postrera,
Esa mirada tan tuya,
Amor, que fuiste el primero,

¡Qué perfecto corazón
En mi pecho moriría!
En tu mano, mi amor,
La mano donde, perfecto,
Me latió el corazón.




Caricatura de Alexandre O'Neill por António Antunes


CANCIÓN

Que salga la última estrella
de la avaricia de la noche
y venga la esperanza a arder
venga a arder en nuestro pecho

Que salgan también los ríos
de la paciencia terrena
En la mar la aventura
tiene orillas merecidas

Que salgan todos los soles
que se han podrido en el cielo
de los que no quisieron ver,
pero salgan de rodillas

Que de las manos salgan gestos
de pura transformación
Entre realidad y sueño
seremos nosotros el vértigo.

1951


CANÇÃO

Que saia a última estrela
da avareza da noite
e a esperança venha arder
venha arder em nosso peito

E saiam também os rios
da paciência da terra
É no mar que a aventura
tem as margens que merece

E saiam todos os sóis
que apodreceram no céu
dos que não quiseram ver
- mas que saiam de joelhos

E das mãos que saiam gestos
de pura transformação
Entre o real e o sonho
seremos nós a vertigem



1951


No hay comentarios:

Publicar un comentario